El mes de enero ha sido difícil para las personas LGBT+ de todo el país. Hemos tenido agresiones, intentos de asesinato, crímenes de odio, y un sinfín de comentarios LGBTfóbicos en las notas de cada medio que ha publicado al respecto de estos hechos.
Hasta anoche, pude rastrear al menos 8 asesinatos a personas de la diversidad sexual, en distintas circunstancias, en todo el país:
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Ernesto Javier Herrera, arquitecto de 61 años, encontrado sin vida en su domicilio en la ciudad de Puebla, el 1 de enero. (
Nota de Agencia Presentes)
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Jordy Dávalos Nieto, artista del maquillaje, encontrado sin vida el 13 de enero en la carretera Fortín- Orizaba, en Veracruz. (
Nota de La Silla Rota)
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Tania Julissa y Nohemí, pareja de lesbianas residentes de El Paso, Texas, y asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Ya hay dos detenidos por los hechos, la fiscalía del estado niega que sea un crimen de odio, pese a haber sido encontradas descuartizadas. (
Nota de El País)
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Rubén Pérez Aguilar, “El Cuate”, de 46 años, hombre gay encontrado sin vida junto a su cama, con heridas de arma blanca, en el municipio de Xalisco, Nayarit, el 21 de enero. (
Nota de Homosensual)
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Ximena García, activista trans integrante de la Secretaría de Diversidad de Morena, de 24 años, asesinada con un arma blanca en la Alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México. (
Nota de Proceso)
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Citlali, muxe de Unión Hidalgo, Oaxaca, asesinada con arma de fuego junto a un acompañante, en una riña en un bar, el 23 de enero. (
Nota de Corta Mortaja)
Todos estos hechos ocurrieron en circunstancias diferentes y sería irresponsable de mi parte señalar que todos fueran motivados por el odio a la población LGBT+, sin embargo las características de varios de ellos sí nos llevan a dicha conclusión. Son las autoridades las encargadas de investigar los hechos y señalar las causas, sin embargo sabemos que será difícil que esto ocurra, porque la impunidad es la norma en este país.
Del resto de agresiones profundizaremos en otra ocasión, pero es importante que sepas que si bien esta es la parte más violenta y visible de la LGBTfobia, no es la única y nos ataca en la vida cotidiana.
De verdad que quisiera que este boletín no tuviera malas noticias, pero también es nuestra responsabilidad hablar de estos temas.