Muchas personas LGBT+ vivimos una “doble vida” en algún momento. Si eres gay, lesbiana, bisexual, trans, o alguna otra identidad dentro de esta comunidad, sabes perfectamente a lo que me refiero.
Y corrijo antes de continuar: el término “doble vida” hace pensar que estamos tratando de ocultar algo prohibido o malvado ¡Y para nada tendría que ser así! Devolvamos esa culpa a quienes nos la quisieron imponer.
Un buen número de gays y lesbianas que conozco han tenido que ocultar su orientación sexual en el trabajo, la escuela, o con ciertos grupos de amigos. Me incluyo.
El miedo a ser rechazados, a que nos dejen de invitar a los eventos sociales de la oficina, o incluso perder el trabajo, es algo que todavía se vive, y es bastante más común de lo que nos gustaría aceptar. En especial en ciertos sectores, donde la diversidad es más estigmatizada (como en la política).
El problema de que se asuma que todas las personas son heterosexuales es que se nos trata a las personas LGBT+ como algo “especial” o “raro”, y por más que a veces se le dé un tratamiento positivo a esta diferencia, sigue siendo exclusión. Estos prejuicios también hacen que ocultemos a nuestras parejas, como si fuera algo malo. ¡Las personas heterosexuales presumen sus relaciones en todos lados!
Adriana Mantilla no pasó una prueba del polígrafo para ser contratada en la empresa de sus sueños. Resulta que por miedo se inventó un esposo que no existía durante el cuestionario. Ella vive en Bogotá, y el medio colombiano “Sentiido” le hizo una larga entrevista donde habla de la importancia de la inclusión en el entorno laboral, y cómo estas políticas deben sentirse desde el primer contacto que una persona tiene con la empresa.
Ahora es country manager de Booking.com para Colombia, Ecuador y Perú. ¡No te pierdas la entrevista!